¡Y hay poetas que son artistas y trabajan sus versos como un carpintero las tablas!

jueves, 14 de febrero de 2008

Deseo sinceramente, que hoy día de San Marketín, el consumismo asumido como sentimentalismo, me traiga consigo una noche de sexo consiente, no escrito, de pausas y arrebatos, una noche donde se caliente el aire de la habitación con la suma de las respiraciones, un sexo limpio, sincero, no amor, sexo, carne entregada a la brasa misma del deseo.
Ancío una mujer que bese, con los labios y el cuerpo, que muerda con sus manos mi maltratado armazón, que suba baje y se detenga, una mujer que se desnude y se vista de morbo, que me deje cerrar los ojos cuando la bese, una con medias de miel tibia.
Declaro mi cinismo, mi afición por el cuerpo de mujer, mi talento para desifrar constelaciones de lunares y pecas. Aquí una muestra de lo que en esas noches uno alcanza a VIVIR.

¡Ah!
El ángulo vivo.
Rosada estrella
centrosur de tu universo.

Geometría caprichosa,
justas prominencias,
líneas con las que destrozas
toda categoría de espacio.

¡Ah!
El ritmo lunar de tus respiraciones,
tonada redentora que empieza
donde termina tu voz.

Ciencia oculta tus eléctricas formas,
labios entreabiertos,
se acelera la luz y estalla.

Húmedo misterio,
embriaguez esta urgencia
de profanar cada temblor
de la cálida carne.